Breve história de las colonias de la Comunitat de Jesús
Como aquel que no quiere, todo empezó un verano, hacia 1978: unos cuántos matrimonios, unos cuántos niños y niñas, aquellos hijos e hijas tan pequeños... en el lugar impagable de Piedrafita, bajo la Peña Telera, donde los grandes hayedos del Bosque del Betato dejan paso a los prados de alta montaña. Terreno precioso pero duro, especialmente para la gente de la ciudad. Las tiendas de campaña, el gran “comedor” cubierto por una lona, la “cocina”, el “fresquero”, la instalación para bombear el agua desde el torrente de abajo, el pequeño rincón para la plegaria del anochecer, los cambios de tiempo: aquel irse quitando o poniendo piezas de ropa al paso de las horas o de las nubes... Al fin y al cabo un escenario inigualable para compartir en amistad y familia unos días de vacaciones que, además del estricto disfrutar del tiempo y el aire libre, también eran escuela de esfuerzo y de servicio para llevar hacia adelante la voluntad de convivir y compartir en un espacio y unas situaciones que no siempre eran tan bucólicos.
De aquellos campamentos de Piedrafita a estas últimas colonias de Aratorés, muchos veranos y, sobre todo, decenas de niñas y niños, de jóvenes, algunos hijos nuestros, muchos otros no, que han vivido el aprendizaje de los valores de la amistad, de la convivencia, del esfuerzo, del espíritu de servicio; que se han mordido los labios y tragado lágrimas para ahuyentar al cansancio y seguir subiendo hacia arriba, arriba... que han practicado el difícil esfuerzo de marchar más despacio para adaptar el paso al de aquellos menos fuertes o menos expertos, o aceptado aquellos servicios necesarios para el buen funcionamiento del colectivo, pero que cuesta hacer y no siempre son fáciles de aceptar.
Muchos veranos en distintos lugares del Pirineo, de Huesca principalmente, pero también de Lleida e incluso del Berguedà o del Gironès, han sido una buena escuela para quien ha pasado por las colonias: niñas, niños, monitores y toda la gente que se ha añadido para hacer funcionar un grupo tan complejo como lo es una colonia dónde hay desde niños pequeños hasta adolescentes. Esta realidad tan diversa ha sido una buena experiencia del convivir y del servir a los demás ofreciendo lo mejor de cada cual. No siempre ha sido fácil, ha habido ocasiones críticas en las cuales la convivencia ha sido más difícil , pero nos ha salido bastante bien, algunos errores sirven para aprender... Si estos largos años de colonias han sido posibles es por el esfuerzo y la fidelidad de muchos hermanos y hermanas de la Comunitat, algunos generosamente des del primer momento, otros llegados más tarde y comprometidos también año tras año sin fallar; también se han añadido otros amigos que han aportado su trabajo y su experiencia y que nos han enriquecido y nos han ayudado a mantenernos más abiertos y acogedores. A todos ellos nuestro agradecimiento. Ha valido la pena. Seguirá valiendo la pena! Este encuentro de aniversario es un buen testimonio. De aquellos padres de Piedrafita algunos sois ya abuelos, de aquellos niños y niñas, algunos ya tenéis pareja. Es el don de Dios de la Vida que nos da y renueva en abundancia. ¡Démosle gracias siempre! Nos ha guardado en la montaña, nos ha acompañado en las tiendas o en la casa. Como respuesta más agradecida no dejemos de ser generosos para que otros, quizás menos afortunados que nosotros, también puedan disfrutar de lo que hemos disfrutado en estos intensos años de colonias familiares. ¡Felicidades a todos! Que Dios os bendiga, a vosotros y a vuestras familias.
|
Llar Mare de la Comunitat de Jesús | Telf: 932 13 41 10 |
C/ Joan Blanques, 10 / 08012 - Barcelona | secretaria@comunitatdejesus.net |